lunes, 10 de marzo de 2014

Historia del Colegio Tiquipaya



          El 15 de Marzo de 1992, en un acto solemne se dio comienzo al primer año lectivo del colegio. Estuvieron presentes todos los socios de la institución, el Dr. Gastón Pol hizo una presentación sobre los fines, principios y objetivos del Colegio, así como la filosofía educativa que los inspiraba, el Rev. Padre Fernando Rojas bendijo la obra que se iniciaba. El Prof. Mario Salazar presidió el acto.

         EL COLEGIO TIQUIPAYA surge con "el propósito de ofrecer a cada alumno una educación cualitativamente integral, que al mismo tiempo que lo capacite para estudios ulteriores, lo forme para ser un ciudadano productivo capaz de realizar sus aspiraciones profesionales en un mundo que cambia rápidamente y exige un aprendizaje permanente". Se planteó no solamente la importancia de la adquisición de conocimientos, sino la adopción de valores y principios éticos y morales.

            La Dirección General del Colegio, a lo largo de este tiempo, ha sido desempeñada por el Prof. Mario Salazar B., el Prof. Juan Carlos Lavayen y actualmente la Mgr. Patricia Saavedra Yriberry.

            Un aspecto singular que caracteriza al Colegio Tiquipaya es el que los alumnos "se desenvuelvan en el proceso enseñanza aprendizaje, mediante el dominio de la lengua castellana como primera lengua y el manejo fluido del Inglés como segunda lengua". Esta política educativa a permitido que sus alumnos tengan una identidad de permanencia nacional y al mismo tiempo, un singular dominio del Inglés como segunda lengua que los habilite para acceder a la cultura universal.

            Nos corresponde  agradecer al espíritu visionario, audaz y generoso de ese pequeño grupo de ciudadanos que tuvo el coraje de crear este Colegio y que continúan asumiendo cada vez mayores responsabilidades.

            Agradecemos a los alumnos, Padres de Familia por otorgarnos el privilegio de ser mentores de sus hijos. También un agradecimiento a profesores y plantel administrativo por cumplir sus funciones con ejemplar responsabilidad.

           Finalmente agradecemos a DIOS porque sabemos que EL nos ha acompañado y ha inspirado nuestras vidas para que las consagremos a la más gratificante de las tareas que tiene el ser humano: Enseñar y Aprender.


Dr. Gastón Pol Paccieri  Ph.D.

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